COLLINS LOVE CAP. 48

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la_unica_sra_d_sparrow
icon12  view post Posted on 17/11/2014, 18:37




Cap. 48
Barnabas
Cuando la fiesta terminó yo estaba como ausente, Sólo podía pensar en Victoria. Hasta la sed de sangre que me ahogaba en ocasiones había pasado a segundo término.
Elizabeth Stoddard me miró sonriente.
- Vaya…te veo como…rejuvenecido.
- Lo estoy- dije yo, suspirando hondamente.- Realmente siento que estoy volviendo a vivir. La presencia de Victoria me devuelve la felicidad perdida.
Sin embargo, ella se encargó de devolverme a la realidad.
- No te olvides que hay alguien que es capaz de acabar con esa aparente felicidad…
- Lo sé- asentí, sabiendo de quién hablaba.- Pero creo que puedo controlarla.
- Pues hazlo antes de que sea capaz de dañar a Victoria.
Moví la cabeza negativamente.
- Eso si lo permito…no será capaz de dañarla mientras yo esté aquí.
Yo mismo había sentado una especie de profecía porque mientras estuviera en Collinwood nada malo pasaría. Eso significaba que para que Angelique pudiera seguir adelante con su plan, tenía que quitarme del camino.
Y de paso, yo también tenía que quitar a alguien del mío. Y para eso, tenía que consultar con alguien algo acerca de ese hombre.
Victoria estaba dormida. Yo marché a la habitación que había ocupado cuando había vivido hace siglos en la casa.
Sentí curiosidad por ir a verla.
Y lo hice. Me desplacé hacia la habitación.
Noté que la puerta estaba entreabierta. Al principio, dudé si empujar la puerta, pero luego, al darme cuenta que era mi oportunidad, la empujé lentamente.
Me di cuenta que la puerta no había rechinado. Eso fue una ventana. No la despertaría.
Me acerqué lentamente a su cama. Dormía plácidamente.
Su perfume impregnaba la habitación. Lo aspiré y un deseo sensual corrió por mis yertas venas.
Recosté mi cabeza en el dintel de la cama y la contemplé. Era tan hermosa.
Me senté junto a ella y mis manos pasearon sobre las mantas. Con el dorso de la mano acaricié las colchas sobre su cuerpo, delicadamente, tratando de que no me sintiera.
Pero se movió ligeramente y traté de que no me mirara.
Contuve la respiración y me quedé ahí para evitar que despertara. Pero lo hizo.
Entreabrió los ojos y me miró. Se cubrió con las mantas y me vio un tanto asustada.
- Barnabas…
- Victoria…-dije, mirando sus labios.
Me senté junto a ella, coloqué una mano del lado contrario de su cuerpo y traté de besarla. Ella movió su cara a un lado.
- Perdóname…
Dije tratando de levantarme. Pero ella misma tocó mi mano y mi beso se intensificó.
- Barnabas…no deberías estar aquí.
- Lo sé- le dije- y no quiero comprometerte. Sólo sentí curiosidad de verte pero…me voy ahora mismo.
- Espera…aun no te vayas. Sé que no me obligarás a hacer algo que no quiera.
- Por supuesto que no…no te ofendería…te amo con toda mi alma.
Un besito suave nos hizo despedirnos. Me aparté y le dije:
- Hasta mañana, amor.
- Hasta mañana.
Salí de la habitación de Victoria. Bajé a la sala y ahí encontré a la persona que esperaba.
- Tía Laura…
- Barnabas…querido- dijo, acercándose para tomarme de las manos.- Supe que hubo fiesta en la casa.
Sonreí ligeramente.
- Así es…fue el cumpleaños de Carolyne, la hija de Elizabeth.
Tía Laura suspiró hondamente y me dijo.
- Debes cuidar mucho a esa niña…ella puede sufrir mucho por causa de Angelique…
El escucharla pronunciar el nombre de esa mujer me hizo ponerme serio.
- No lo voy a permitir…
- Angelique no te va a pedir permiso- aclaró.- Aún así, querido, supe que querías verme.
- Por supuesto, tía. Angelique me desafió…y caí un instante en sus encantos pero me juré que no lo volvería a hacer.
Mi tía Laura aseveró.
- No jures cumplir algo que no sabes si conseguirás…por favor, Barnabas, sé fiel a tus convicciones y cuida de los tuyos. Angelique no esperará a que lo hagas. Ah…y algo importante, no juegues con la Escalera del Tiempo. Ella te hará jugarretas muy sucias y dolorosas. Evita tener cuidado con eso…
- Pero…la necesito para defender a los Collins- le aclaré.
- No por ahora- me aseguró.- Es mejor que nadie la descubra y que trates de mantener eso al margen. Evita hacer tratos con Angelique…por cualquier índole, no hagas pactos con esa mujer…siempre saldrás perdiendo y no podrás detenerla, a menos que la alejes de ti.
Yo asentí.
- Quizás tengas razón. Voy a tratar de evitar todo contacto con ella…pero si se atreve a intervenir en asuntos de la familia Collins, tendré que hacer algo para detenerla.
- Procura no excederte, querido, o lo arruinarás todo…tranquilo…
Luego le conté.
- Tía…estoy enamorado y soy correspondido.
Mi tía enarcó las cejas.
- ¿Es cierto lo que estoy escuchando, Barnabas Collins?
Sólo asentí. Pero ella sabía que esa idea podía ser peligrosa.
- Barnabas…¿te has vuelto loco?
- No, tía…simplemente encontré el alma de Josette en el cuerpo de otra mujer. Esa chica será mía…por ella he regresado…y no descansaré hasta recuperar la felicidad que me fue negada.
Tía Laura añadió:
- Será mejor que desistas de eso, si no quieres arruinar definitivamente a todos los Collins.
- Eso no tiene nada que ver conmigo- le dije- Angelique sería capaz de arruinarnos a todos, tan sólo por mí, aunque me tuviera seguro.
Mi tía explicó.
- Será mejor que no viertas esa clase de ideas, tía…no quiero ser aprehensivo y pensar mal. ¿Y si te dijera que…pienso casarme con esa chica?
La tía me aseguró.
- Es definitivo…estás enloqueciendo.
- No…ella será mía…si es preciso haré que sea como yo…
- ¿En verdad quieres eso para la mujer que dices amar?- preguntó tía Laura.
Su comentario me aterrizó. Eso tenía lógica.
- Quizás tengas razón…pero, es que con tal de no perderla soy capaz de cualquier cosa.
- Te comprendo, Barnabas…querido…pero debes pensar en ella antes que en ti.
Al parecer no estábamos solos en la habitación.
- Me voy…creo que tienes compañía.
La vi desaparecer entre las sombras.
Cuando dijo “compañía”, pensé que se trataba del padre de David que me buscaba. Había estado robando cosas y de paso, tirándose una que otra mujer en la casa. Eso me fastidiaba. No era el padre que David merecía.
Pero no era su padre. Era él. Iba a buscarme.
- Tío Barnabas…
- ¿Qué sucede, pequeño David?- pregunté tiernamente.
- No podía dormir…quería escuchar un cuento tuyo.
Lo tomé de la mano y lo llevé a su habitación para dormirlo. Era lo menos que podía hacer para cuidar de mi pequeño Collins, quien me había dado su confianza. Sin embargo, cuesta años construirla y sólo unos segundos desbaratarla. Así que debía tener cuidado con ese niño.

Victoria
Escuché ruidos en la sala y bajé.
Después de la sorpresiva visita de Barnabas, me tuve más miedo a mí misma.
Cuando bajé encontré a Barnabas que llevaba a David a su habitación.
- Despertó abajo- me dijo.
- No te preocupes…yo lo llevo.
Pero Barnabas negó dulcemente.
- No querida, yo lo llevaré. Si quieres ven, le gustará vernos a los dos juntos.
Llegamos a la habitación y ahí le contamos entre los dos una historia de fantasmas que lo hicieron recordar a su madre.
Luego lo hicimos dormir. Yo le cantaba y él lo miraba.
- ¿Crees que descanse bien?- pregunté.
- Lo hará…de eso puedes estar segura- dijo muy convencido.
Entonces nos miramos.
- Este momento siento haberlo vivido antes- me dijo dulcemente.
Lo besé con algo de temor. El beso fue más intenso. Pero ahora hubo algo que nos interrumpió:

- Carolyne- dijimos ambos al unísono para reírnos por aquella extraña coincidencia.
 
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