END OF TIMES CAP. 35, La celebración final (últimos capítulos)

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la_unica_sra_d_sparrow
icon13  view post Posted on 17/11/2014, 18:26






Cap. 35 La celebración final

Dos días después llegó el momento de la celebración que el Ave Fénix había solicitado para su manifestación.
Michelle se había encargado de la selección de las bebidas y las mejores viandas.
La música también era de lo más sofisticada y se reuniría la crema y nata de los Clubes Illuminati: Bielderberg, Roschild, Skull &Bones, entre otros. Todos querían contemplar el espectáculo que se realizaría frente al Ave Fénix. Ese ser extraordinario, que, según la tradición, era descendiente directo del rey Salomón y que tendría en sus manos la posibilidad de abrirle uno de los últimos portales de energía al Dajhal para el momento de su manifestación final.
Y esa reunión era el comienzo de la misma.
Reunió a las mujeres más deslumbrantes a disposición de todos los magnates. Quería demostrar su inteligencia y disposición frente a aquel hombre. Quería ser ella la que ganara en todo esto.
Fue donde Orlando y tras haber servido una comida y llevándole una mujer para tratar de incitarlo, le preguntó.
- Te noto un poco…preocupado.
- Sí, bastante…-dijo ella.
- ¿Puedo saber por qué?
- No- dijo Orlando- no quiero que sepas a qué se debe mi preocupación.
Michelle lo miró con rudeza.
- ¿Crees que puedes guardar secretitos conmigo? No sabes la clase de poder que tengo, así que será mejor que no juegues y me digas realmente en qué estas pensando.
- Si quieres averiguarlo…tendrás que hacer algo que me motive a hacerlo.
Ella intentó con caricias furtivas y una seducción digna de una mujerzuela, que Orlando le confesara lo que pensaba. Pero no lo conseguía.
- Eres duro, Orlando…muy duro.- dijo cuando casi conseguía que la penetrara.- Pero según veo, no me lo dirás de este modo. Sin embargo, te voy a hacer partícipe de algo que te agradará enormemente. Hoy en la noche hay una reunión en la mansión del Ave Fénix. Ahí estarán todos los Renegados y acabaremos con ellos. Será la última muestra de sumisión y por fin, todos se entregarán por poder, placer y honores ante el Maitreya…
Orlando palideció.
- ¿Eso qué significa?
- Que la batalla pronto se realizará y el Maitreya vencerá
El joven Devil le sonrió de lado.
- ¿Ah, así? Ya veo, estás muy segura de que Maitreya vencerá la contienda. ¿Puedo saber contra quién es?
- Contra un loco que dice que él es El Cristo.
Orlando guardó silencio. Realmente no quería discutirle a Michelle y se dejó llevar un poco más por la pasión. Pero desconectó su mente y su corazón. No quería pensar, no quería sentir conscientemente. Quería ser casi como un objeto sin vida.
Cuando Michelle se arrellanaba a su lado, Orlando se levantó y miró hacia el exterior. ¿Cómo estaría Laura?
Se inclinó para orar.
- Por favor, Dios…no permitas que Laura sufra por causa de esa gente. No permitas que la dañen. Que todo salga bien. Que podamos reunirnos con mi tío y recuperar la tranquilidad.
Se levantó al fin y se quedó dormido en otra habitación.

Llegó la noche y la celebración comenzó. Había danza febril, bebida al por mayor, risas, blasfemias, horrores, frente a los doloridos ojos de los Renegados.
Todos cerraron los ojos a tanta perversión.
- ¿Para eso nos han traído?- preguntó uno de ellos.
- Esperen…-sugirió uno de los hombres que llevaba oculto alguna de las dagas.- Aún no ha llegado el momento.
Los reptilianos convivían con la gente normal como si fueran humanos. Era vergonzoso y terrible observar sus rostros asquerosos de serpientes riendo y teniendo relaciones con humanas. Convivían con todos ya sin esconderse.
Michelle observaba la escena tomada del brazo de Orlando; habían llegado a primera hora para que todo estuviera en orden.
Orlando le preguntó:
- ¿A quién se supone que estamos esperando?
- A un caballero, querido. Ya lo conocerás.
- Me imagino que tú ya sabes qué harás con él, ¿no?
- Lo dices con sarcasmo, tratando de hacerme pasar como una cualquiera, pero no te queda, Orlando- dijo ella- será mejor que guardes silencio. Mira a Laura Cellini. Está muy hermosa. Será muy agradable ser el primero y tomarla aquí mismo, mientras el resto te observa lujurioso y ardiente…
- ¡Cállate de una buena vez!- gritó Orlando.
Michelle lo miró con rabia, pero no tuvo mucho tiempo para decirle algo porque entonces arribó la figura imponente del Ave Fénix.
- Bienvenidos, amigos míos- dijo- He venido aquí en nombre de Maitreya para tratar de poner orden aquí. – dijo recorriendo la mirada de todos y cada uno de los presentes. Luego reparó en Orlando y dijo a uno de los que parecían ser sus sirvientes.- Ofrece a ese muchacho todo lo que te pida.
- Veo que todos están aquí reunidos…incluyendo a nuestros hermanos Renegados. Ustedes, que hasta ahora han sufridos vejaciones por parte de los nuestros…quiero deciros que fue solamente para hablarles de su liberación…
- ¿Qué dice este hombre?- preguntó en voz baja uno de los Renegados a un sacerdote.
- No lo sé- respondió el sacerdote- pero en un momento vamos a saberlo.
El Ave Fénix descendió lentamente por una escalinata y se aproximó a los comensales.
- Mi amo, Maitreya…ha decidido que se les ponga en libertad temporal a todos los Renegados…ellos son iguales a nosotros…son humanos y seres vivientes y no tiene por qué ser esclavos de nadie. ¿Acaso, quien ostenta bandera de libertad, puedo sojuzgar a sus semejantes de esta manera? – dijo tratando de parecer sincero a los Illuminati.
Michelle miró a Orlando. Él era el más sorprendido.
- Este hombre actúa por órdenes de Maitreya…sus intenciones van más allá…-dijo ella.
El Ave Fénix se dirigió a los Renegados.
- Hermanos nuestros…desde hoy serán liberados de las cadenas definitivamente. Su libertad es nuestro objetivo. Escogimos un camino equivocado para mostraros una senda hacia la luz…pero ahora es el momento en que os encontréis en ella. Miren, el tiempo se avecina…ya todo está listo…todo parece colocarse en el Universo para la concentración máxima de energía positiva…
La luna entonces se oscureció totalmente.
Encendieron algunas linternas pero fue inútil: no se veía nada.
- ¿Qué está sucediendo?- se preguntaba Orlando.
Se escabulló del brazo de Michelle y se dedicó a buscar a Laura.
Intuyó su presencia no muy lejos de ahí.
Cuando la sintió, besó delicadamente sus labios y le dijo con ternura.
- Mi amor…no te separes de mí. Permanece junto a mí hasta que todo esto termine.
- ¿Quién es ese hombre, Orlando? Tengo miedo.
- Yo tampoco lo sé pero…habrá que esperar. Ven conmigo.
Se escondieron como pudieron hasta que pasó ese cataclismo.
- Fue sólo un eclipse- dijo Michelle.
Sin embargo se intrigaba. ¿Cómo era posible que ese hombre con sólo quererlo pudiera conseguir oscurecer el cielo?
- Hermanos Renegados. Tranquilícense…sólo quería mostrarles el gran poder que se ha manifestado hoy…y no es sólo eso lo que verán sus asombrados ojos.
De pronto uno de los Renegados perforó el corazón de un Reptiliano y éste se deshizo totalmente. A su grito siguieron otros tres.
Los Illuminati se preguntaban qué era aquello.
- ¡Es un traidor!- gritó un hombre prominente del Club Bilderberg.
- Claro que no- dijo.- Esos reptilianos ya no le servían al sistema. Era mejor que se fueran. Fueron escogidos para ser eliminados en función de nuestro objetivo primordial. ¡Que nadie ose cuestionarme o lo pagará caro!
Michelle se asustó un poco. Luego llamó a su marido.

Mientras tanto Orlando preguntó a Laura.
- ¿Estás bien? ¿No te ha ocurrido nada?
- No, aún no. Pero según Michelle…todos esperan el momento en que tú seas quien me tome frente a todos.
- Algo me dice que eso no ocurrirá. Ten fe. Vamos a salir de ésta.
- Yo confío en Dios y en ti, Orlando Devil.
El Ave Fénix continuó hablando.
- Las cosas han cambiado mucho últimamente. Grandes reinos se han quedado sin dirigentes. Las monedas, las economías. Todo ha ido quedando bajo el dominio de Maitreya. Pero sólo hay algo que Maitreya no puede tomar por la fuerza y no lo hará a menos que los demás se lo entreguen: su alma. Así pues, todos los hermanos Renegados serán liberados para que conozcan de forma personal las conveniencias de seguir o no al líder…
Roncalli llegó entonces.
- Vaya…creo que he llegado a tiempo para la función de circo. ¿Quién es este payaso…éste arlequín que se ha atrevido a amedrentarnos a todos?
- No te atrevas a acercarte a mí, Roncalli, porque tus momentos están contados…
- Me causas hilaridad- dijo Roncalli- no creo ni media palabra de lo que has dicho…
- Tú lo quisiste- dijo, y en un ademán, un cuchillo voló clavándose justo en su corazón. Al instante su cuerpo desapareció.
Michelle se preocupó demasiado. Tenía que huir.
- Se han dado cuenta una vez más del poder que poseo. Y todos aquellos que fueron capaces de atormentar a los Renegados, sin valorar sus almas en lo que realmente deberían, pagarán por ello.
Las dagas volaron y entraron precisamente en los corazones de los líderes de los clubes Roschild y Bielderberg.
- Hermanos Renegados: ya no lo serán más…ustedes son liberados. Ya no serán esclavizados.
Uno de los cristianos se adelantó.
- Sabemos lo que vale nuestra libertad: nuestra alma. Preferimos seguir siendo esclavos y morir así, que perder nuestras almas.
- No las perderán si no quieren. Todos quienes los han sojuzgado acabarán mal. Ustedes no saben de dónde vengo…pero les aseguro. En mis manos está su destino.

Orlando dijo a Laura.
- Espérame aquí…tengo que averiguar quién es ese hombre realmente.

El Ave Fénix refirió.
- Es verdad lo que les digo- y en un abrir y cerrar de ojos todos aquellos que tenían aquella horrenda celebración fueron muertos y desaparecidos.
Los Renegados se asustaron un poco.
- Señor…¿Quién eres?
Michelle trató de esconderse.
- A su debido tiempo lo sabrán. Ahora…váyanse de aquí.
Pero algunos otros hombres fieles a Maitreya los acorralaban. El combate se volvió cruento y doloroso. Sin embargo, las dagas que llevaban los Renegados permitieron ir acabando con varios de los hombres que antes los habían torturado terriblemente.
El caos comenzaba a reinar en aquel aposento.
El Ave Fénix se desplazó hasta divisar a alguien a quien quería ver.
- Muchacho…ven conmigo.
- Yo no tengo nada que hacer contigo.
El Ave Fénix le reveló parcialmente su identidad.
- Tío- dijo Orlando temblando de emoción.
- Vengan conmigo- dijo en voz baja.
Los llevó a un privado y ahí estrechó a su sobrino con fuerzas.
- Creí…que jamás volvería a verte.
- Yo también, tío.
Laura los observaba con una callada alegría. El Ave Fénix, quien no era otro que John Devil miró con dulzura a Laura Cellini, le tomó la mano y la besó suavemente.
- Perdóname, Laura. Debí haber apoyado más a mi sobrino antes.
- No diga eso, señor Devil. Usted ha arriesgado mucho por nosotros y por eso Dios lo va a recompensar.
Johnny suspiró hondamente.
- Sólo espero que ustedes sean totalmente felices. La mejor recompensa sería que…Mariah volviera a mi lado- dijo con dos lágrimas a punto de brotar de sus ojos- pero si no fuera posible, yo sería feliz solamente de que ustedes son lleguen a serlo- sonrió ligeramente.
- ¿Qué es todo esto, tío?
- He engañado a los Illuminati. Ellos nunca se dieron cuenta de quién era el Ave Fénix. Es más, era una especie de mito que ellos nunca consiguieron descifrar. Nunca pensaron que no serían ellos quienes se vieran beneficiados de esta imagen.
- Y tampoco tú pensaste que ibas a encarnar ese mito.
Johnny asintió con la cabeza.
- ¿Ahora qué va a suceder, tío?
- Hay que tener cuidado. Los reptilianos serán terminados definitivamente. Los illuminati tratarán de huir y replegarse. Yo me encargaré de ellos. Sé que algunos de los cristianos tienen dagas que sirven para matar a los reptilianos y a algunos hombres de los mismos illuminati. Tienen que continuar. Al final todos se reunirán en torno a mí.
- ¿Y cómo conseguirás eso?
- Los illuminati creen que yo fingiré frente a los cristianos pero no es así. Será mejor que se queden aquí en lo que yo me encargo del resto.
Dos muchachos se acercaron a servirlos y a esconderlos en unas grutas.

Johnny, con la máscara en la cara, fue donde los cristianos y les dijo.
- Deben marcharse y permanecer unidos en oración.
- ¿Tú, señor, nos pides eso?- preguntó uno de los antiguos Renegados.
- Sí, eso pido yo.
- Tú nos has salvado de esta opresión.
Michelle escuchó ese comentario y asintió con la cabeza.
- Sólo no deben alejarse mucho. Ahora, márchense.
Todos se alejaron más tranquilos. Algunos de los mismos sintieron alegría y decidieron que era tiempo de aprovechar para disfrutar un poco, después de tanto tiempo encerrados.
- Las calles están solas…no hay gente de los illuminati, reunámonos y divirtámonos un poco.
- No, hermanos- propuso otro. – Todavía no es el momento. Pronto volverá el Señor y todo esto desaparecerá.
Sin embargo, algunos no quisieron escuchar.

Laura partió de ahí con Orlando hacia un refugio que Johnny les había indicado.
Orlando encendió como pudo una fogata para hacer calor y cubrió a Laura con su saco.
La joven se sintió un poco más caliente y dejó de temblar.
Orlando no encontraba palabras qué decirle. Pero no eran necesarias. La sola expresión de sus ojos y su rostro era suficiente para que pudieran entenderse totalmente. Laura miró a Orlando y tomó suavemente su mano. Él la apartó con algo de dolor.
- No me toques…no soy digno de ello.
Pero Laura buscó calor en su pecho y acercándose a él, se acurrucó entre sus brazos y con su mano acarició suavemente su mejilla.
- No digas eso, Orlando…eres totalmente digno. Yo sé que todo lo que hiciste fue porque te obligaron. Sé dónde está tu corazón…tu corazón está conmigo y tu alma con Dios. Ya lo ves, tu tío también demostró la bondad que hay en su alma.
Orlando asintió.
- Es verdad. Nunca creí que mi tío sirviera de instrumento para los fines de Dios aun a costa de lo que los Illuminati tenían pensado.
- Pero lo fue. Y estoy segura que cuando todo termine, Mariah y él se van a reunir.
- Ojalá. Es lo que más deseo. Ver a mi tío tan feliz como yo ahora de saber que estás bien. Te juro que voy a protegerte con mi vida. No merezco que me ames…no me siento digno de ser tu hombre, pero mi vida a cambio de la tuya.
- Orlando- dijo ella- no tienes que pensar así. Tú eres el hombre al que amo y amaré siempre. Mis padres se fueron confiando en ti. Ellos sabían perfectamente que tú eras bueno y que siempre ibas a cuidar de mí.
Orlando la abrazó.
- Eres la mujer más linda que he amado. Eres mi luz, mi estrella, la causa de la felicidad verdadera que nunca pensé que hallaría. Y si pudieras perdonarme…
- Ya te he perdonado desde el fondo de mi corazón. Y te amo como a nadie he amado.
Un ligero y tierno beso selló en ese instante la emoción de haberse reencontrado.

Johnny dio facilidades a los Renegados para que ocuparan una residencia especial.
Michelle se le acercó para tratar de seducirlo.
- Me doy cuenta de que usted es muy poderoso. Quizás usted necesita la compañía de una mujer que alegre sus horas…
Johnny la apartó. Luego se quitó el antifaz.
- Por tu culpa Mariah murió y fue ultrajada. Lo mismo te va a ocurrir a ti.
La envió entonces directamente a donde estaba un grupo de reptilianos.
- Ellos serán quienes te disfruten…y de paso…acabarán contigo…
Johnny manipuló mentalmente a aquellos seres de oscuridad. Michelle fue llevada ante ellos para ser objeto de múltiples vejaciones.
Él salió de ahí ordenando que todo quedara limpio. Y luego dijo a los que lo servían:
- Todos ustedes están en libertad…pueden disponer de todo lo que queda…pronto vendrá el Señor…y ya no habrá necesidad de vernos unos a otros como siervos. Todos somos hermanos…
- Es usted bueno, señor…-dijeron los siervos, abrazándose y marchándose de allí.
Luego Johnny dijo para sí:
- Mariah…todo lo que he hecho, ha sido gracias a tu Dios…y a ti. Ojalá pudiera volver a verte…aunque fuera una sola vez…
 
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