END OF TIMES CAP. 34

« Older   Newer »
  Share  
la_unica_sra_d_sparrow
icon5  view post Posted on 17/11/2014, 18:24





Cap. 34 El Ave Fénix

Orlando despertó sobresaltado. Era de madrugada. Apenas recordaba lo que había sucedido horas antes. Cuando se desperezó totalmente del sueño, vino a su mente que acababa de estar de nuevo con Michelle. Pero el sopor le indicaba que había bebido y apenas se recuperaba.
Se levantó. Estaba solo. Mejor…no quería tener ahí a su lado a Michelle. Ahora tenía en su mente a Laura. ¿Qué estaría ocurriendo con ella? Al levantarse un gran remordimiento recorrió su ser. Se puso de rodillas y comenzó a llorar.
- Dios…Señor…perdóname si puedes aún…sabes que yo no hubiera sido capaz de traicionarla pero…lo hice por ella…por mi tío…prométeme que mi tío está bien…dame una señal de que él está bien y de que lo dejarán tranquilo. Que mi sacrificio valga la pena, por favor- suplicaba.
Un buen rato permaneció de rodillas hasta que sentía que su postura le era realmente incómoda y dolorosa. Secó el llanto y como Michelle no volviera, decidió salir un momento.
Avanzó lentamente y estuvo buscando afanoso algún indicio de dónde podía estar Laura.
En una habitación descansaban algunas mujeres tras haber estado en acción durante la noche. Las apartó…recorrió rápidamente su mirada. Ninguna de ellas era Laura.
- ¡Dios mío! Que no sea lo que estoy pensando- suplicó internamente, tratando de no imaginar que Laura estuviera en brazos de algún hombre. No porque se sintiera celoso, sino porque sabía perfectamente que era para hacerle daño.
Buscó entre otras habitaciones y halló a Roncalli durmiendo con una joven. Sintió una gran opresión en su corazón.
- No, Señor…que no sea Laura.
Cuando se acercó tan sólo un poco notó que no…no era Laura.
Entonces salió tratando de no hacer ruido.
Se ocultó tras unos muebles.
- No me debo exponer…si Michelle me encuentra, tanto ella como yo estaremos perdidos…
Al fin escuchó sollozos en una habitación más alejada y menos decorada.
Vio la puerta entreabierta…alguien estaba de rodillas, gimiendo apenas. Se acercó tratando de no hacer ruido. Encontró al cuerpo desencajado, lastimado, la espalda cubierta de azotes, pero la cabellera era del color del trigo maduro.
- Laura…-dijo levemente.
La tomó en brazos y la vio, tan dulce y a la vez tan herida.
- Mi Laura…pobrecita…yo tengo la culpa de todo esto.
La incorporó. Le dio a aspirar un poco de alcohol y cuando reaccionó, ella esbozó.
- Ve…te…
- No…no puedo irme sin pedirte que me perdones…fue por ti y por mi tío que accedí a hacer lo que he hecho…créeme…yo creo en tu Dios, sé que pronto esto terminará pero…me arrepiento de lo que fui capaz de hacer. Pídele a él por mí que me perdone…
Ella acarició ligeramente su rostro.
- Es mejor…que te vayas…Michelle no tardará en volver.
- Fue ella quien te hizo esto, ¿verdad?- preguntó Orlando.- ¿Qué te han hecho, Laura? ¿Te han ultrajado?
Le dio un poco de agua a beber y ella negó con la cabeza.
- No…por eso me golpearon. Porque no accedí…querían que hiciera cosas horribles pero no acepté. Michelle dijo que tenía yo que ser quien lo pidiera…que no me tomaría nadie por la fuerza…y que además…serías tú el primero.
- Ya veo…lo que quiere es estar presente mientras…oh no…nunca te tendría como ella quiere, Laura…nunca aceptaría. Te amo demasiado y sería capaz de dar mi vida por ti…
- No lo hagas…mi destino es morir así, en manos de esta gente…quizás Dios quiere mi sacrificio como el de Mariah…como el de tu tío.

Orlando le dijo tiernamente cerca del oído.
- Mi tío está vivo, Laura…por eso estoy aquí, para garantizar su vida. Ahora sólo queda tratar de buscarlo. Y cuando lo haya hecho, te juro que te sacaré de aquí.
- Orlando…yo…
- No digas más…voy a tratar de ayudarte. Tengo que buscar la manera de evitar que te sigan atormentando…y la voy a encontrar.
Laura lloró.
- Perdóname por haberte juzgado…yo también te amo y me duele lo que debes estar sufriendo…pensé que estabas por tu propia voluntad.
- No, mía cara- dijo Orlando abrazándola entre lágrimas- jamás te habría traicionado de esta forma…dame tiempo solamente, te lo suplico.
Laura aceptó entre todo su dolor.
- Espera…
Salió ligeramente. Nadie estaba cerca. Una criada pasó por ahí.
- Venga…la señorita Cellini está lastimada. Cúrela cuanto antes y llévela con el resto de los Renegados…son órdenes del señor Roncalli.
La mujer no entendía bien del todo. Miró a Laura y asintió con la cabeza sin hablar.
Orlando había conseguido hacer algo fuera de las expectativas de aquella gente pero no le importaba. Esperaba que lo que había hecho no desencadenara otra tragedia. Pero…¿dónde podía estar Michelle?

Aquella casa era muy hermosa. Tenía algo extraño, pero se respiraba un ambiente de fortaleza muy especial.
Michelle y algunos otros miembros de la masonería satánica se encontraban ahí, juntos.
Un criado les sirvió copas y les dijo:
- El señor los recibirá en un rato.
Todos aguardaban con un gran silencio. Era como si estuvieran ansiosos y preocupados.
- En cuanto este hombre venga, harán una reverencia- dijo Michelle.
Al fin, aquel hombre, a quien llamaban el Ave Fénix apareció ante ellos.
- Caballeros- comenzó- señorita…-continuó dirigiéndose ahora a Michelle.- Sean bienvenidos a mi mansión…tenemos asuntos muy importantes que tratar.
Michelle lo miró con atención. Le parecía un hombre atractivo, pero su rostro estaba ligeramente cubierto con una máscara que impedía ver su rostro totalmente.
- Se preguntarán por qué mi cara está ligeramente cubierta…verán…yo…estuve muerto…y reviví. Maitreya hizo favor de regresarme para el momento decisivo…así que…aquí estoy- sonreía.
Todos se inclinaron ante él y le declararon total fidelidad.
- En vista de que han venido a verme, quiero saber qué es lo que los ha traido.
Michelle comenzó.
- Poderoso señor…hemos venido a preguntarte por qué los Renegados tuvieron que ser puestos en temporal libertad en diferentes lugares…
El Ave Fénix respondió.
- La necesidad de ello es que, si los tenemos prisioneros, no podremos cumplir con el objetivo de Maitreya. Él quiere sus almas…para conseguirlo, debe tener su voluntad. Si están presos, su voluntad está sujeta por la fuerza a todos nosotros. Es por eso que debemos hacerles pensar que están libres. Cuando estén en libertad, habrá formas muy atractivas de convencerlos para que sus almas nos sean entregadas..
Todos estuvieron de acuerdo. Michelle asintió.
- Tienes razón…para poder seguir con nuestros planes debemos darles libertad temporal…que la degusten mientras pueden…y dinos…¿cuándo será la batalla final?
- Aún no es el momento…falta poco pero…primero debemos afianzarnos todos…a partir de ahora, el Maitreya dejará de manifestarse. Debe concentrar sus fuerzas para el combate. Todo lo que van a atender, será a través de mí…
Michelle asintió pensando que quizás con sus armas podía manipular a aquel misterioso hombre.
- De acuerdo, señor…te buscaremos para que nos instruyas…
Él los despidió a todos y sólo se quedó con Michelle.
Ella pensó que era un buen momento para convertirse en alguien más cercano a él.
- Diga, señor…¿qué desea de mí?
- Sólo quiero saber…qué tan leal puedes ser…
Ella se le acercó tratando de ofrecerse pero él la rechazó.
- ¿Acaso no te han dicho que no soy cualquier hombre? No oses tocarme o te pesará…-soltó con violencia.
Michelle se inclinó y lloró ligeramente por la humillación.
- Lo siento…no sabía.
- Ahora lo sabes…no puedes acercarte a mí sin mi permiso, si no quieres terminar desollada, ¿entiendes?
- Sí, amo…lo siento.
El Ave Fénix insistió.
- Si eres tan leal como dices…quiero que organices una reunión para mí…donde toda nuestra gente esté presente y quiero que en ella…se me venere como al Dajahl…principalmente que estén reunidos todos los Renegados…para ellos seré como su salvador…tienen que creer que yo voy a salvarlos. Por eso…quiero que se reúnan en un lugar especial…y quiero que seas tú misma quien prepare todo…tengo noticias sobre ti y sé que eres muy especial para hacer…tratos…- entrecerró los ojos.
Michelle asintió.
- Por ti, señor…soy capaz hasta de dar mi vida…
- Entonces, no se hable más…prepara todo para dentro de dos días…
Ella se inclinó. Un sirviente por órdenes del Ave Fénix se la llevó de ahí.
Cuando estuvo a solas, se quitó la máscara.
- Ahora sí, Michelle…tú y todos ustedes van a pagar caro lo que nos han hecho…Mariah…voy a defender a tu gente contra todos…y te prometo que si tu Dios lo quiere…nos volveremos a encontrar…
 
Top
0 replies since 17/11/2014, 18:24   2 views
  Share