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ImageShack.usCap. 29
La reunión continuaba. John Devil no podía continuar por mucho tiempo mirando aquellos rituales de depravación.
Se limitó a mirar a un par de mujeres bailar para él; luego bebió un poco más y en cuanto ellas, ebrias e intoxicadas se quedaban dormidas, salió.
Mientras tanto Michelle se paseaba obscenamente frente a todos los amigos de su marido.
Orlando la observaba desde un rincón.
Uno de los magnates la llevó de la mano hasta una habitación y ahí se desataron en una danza desenfrenada y voluptuosa de pasión...varios de los mismos colaboradores de Roncalli esperaban por tenerla también.
Pero ella alcanzó a ver a Orlando en el rincón y dejó entonces al entrar, la puerta entreabrierta para azuzar la curiosidad y la morbosidad de él.
Orlando no quiso mirar...sólo escuchaba y se llevaba las manos a los oídos.
Después de un rato, ella salió al tiempo que algunos caballeros esperaban no muy lejos de ahí, como aguardando la "selección" del siguiente.
Orlando la abordó en un rincón.
- Michelle...
Ella se le acercó y lo besó lascivamente.
- Sabía que no podías estar mucho tiempo sin que estuviéramos juntos...ven, entra, antes de que otro lo haga...podemos colmarnos de caricias un buen rato...te encantará...además, sé que me mirabas por la puerta...lo hice intencionalmente...quería que me escucharas ardiente de placer...para que tú desearas ser el que estuviera dentro...tomándome...gozándome- le decía al oído.
Orlando aspiró hondamente el aire, aunque saturado de hedor a porquería.
- No he venido a eso...-dijo Orlando.- Sé que tú tienes a Laura Cellini...
Michelle arqueó los ojos.
- ¿Por qué crees eso?
- Sería un gran trofeo para ti...te conozco...la tienes en reseva para el momento en que tu marido decida dejar caer la última carta...y no falta mucho para eso...lo sé...ya no mientas más...dime...¿dónde está? Te doy lo que quieras a cambio de su libertad...
Michelle sonrió.
- ¿De verdad? ¿Lo que yo quiera?
Orlando sabía que estaba ya contra las cuerdas...
- Bien...entonces...entra...
La habitación estaba saturada de sándalo...velas encendidas...el más exquisito lujo, la mejor bebida...
El cuerpo de Michelle semidesnudo, era una promesa voluptuosa, pero que a Orlando ya no le decía nada.
- Tu cuerpo me da sólo frío, Michelle...
Ella sonreía.
- No lo creo...-dijo mientras le acercaba una copa.- Eso es lo que quiero de ti, Orlando...quiero tu cuerpo...vas a ser mío...como nunca...y te juro que la dejo libre...
Orlando lo pensó.
- Entonces...primero...déjala libre...
- No- dijo ella- si no accedes ahora, no pienso liberarla...y en cuanto te niegues...puedo poner contra las cuerdas a tu tío también...y a su simple esposa...
Orlando pensó que arriesgaba más si no accedía.
- Está bien...
Entonces se adentró...ella cubrió su cuerpo con un aceite perfumado...erizando su piel...Orlando no podía negar el deseo que lo embargaba...pero su corazón estaba muy lejos.
Ella devoraba su piel milímetro a milímetro...bebía la esencia viril ya lentamente...esperando a que ésta se destilara un poco más, haciendo que Orlando echara su cabeza hacia atrás apenas pudiendo contenerse...
Entrecerró los ojos y trató de no pensar.
Michelle le decía:
- Gozarás mucho...te lo aseguro...y podrás sentir en mí a ella...es linda...-le decía, acariciando su mejilla- muy linda...y...muy necia también...sin embargo...es un "boccato di cardinale"...al menos eso es lo que han dicho los hombres que la han gozado...
Eso exasperó a Orlando pero ella provocó mayor excitación.
Entonces Orlando se volvió sobr ella y con furia replicó.
- Por eso que has hecho, voy a matarte de placer...voy a torturarte hasta que me supliques piedad...te trataré como lo que eres...una zorra infeliz...no te dejaré hueso sano.
Ella sonreía. Creía conseguir su objetivo...ver a Orlando convertido en una fiera...
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Mientras tanto John estaba preocupado por Mariah. El no llevarla a la reunión en esa ocasión era lo mejor que había hecho. No le habrían perdonado que no la cediera estando presente.
Entonces, se escondió en un rincón y la llamó por teléfono.
Ella respondió enseguida.
- Mariah- dijo John.- Por favor...arregla tus cosas...necesito que te vayas a la casa de Palermo inmediatamente...
- ¿Por qué? ¿Hay problemas?
- Por el momento no te puedo explicar mucho. Pero necesito que vayas arreglando todo para que te vayas...hay mucho riesgo para ti si te quedas en Roma. ¿Lo harás?
- Te lo prometo...oye...¿sabes si Orlando encontró a Laura?
- No lo sé- dijo John Devil- pero me parece que se está arriesgando mucho. No sé a qué horas estaremos de vuelta...pero te aseguro que no me marcharé sin él...
- Que Dios te guarde, Johnny...te esperaré aquí si es necesario...pero si no vuelves...me marcharé enseguida.
- Que tu Dios quede contigo, mi Mariah...te amo...siempre te amaré...
Johnny cortó. Luego deambuló por la reunión, preocupado por la tardanza de Orlando.
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La fiebre con que esa mujer danzaba sobre el cuerpo de Orlando era totalmente excesiva...sus gritos encendían a quienes los escuchaban. Algunos de los magnates fumaban, esperando el momento de ser ellos los escogidos.
Orlando subió al cuerpo de ella y se adentraba sin compasión..sus movimientos se hicieron fieros y salvajes...trataba de matarla ahí mismo, pero parecía como si cada embestida fuera capaz de hacerla gozar aún más...
El sobrino de Devil buscó formas más horrendas de acabarla...incluso decidió utilizar algunos elementos sádicos que la lastimaran...pero todo era en vano.
Y justo cuando casi culminaban, Michelle hizo una invocación...estaba a punto de matar a Orlando cuando éste se levantó y la obligó a alcanzar un orgasmo excesivo con las manos a los costados de la cama...
- ¿Lo ves? Conseguiste tenerme pero no matarme...ahora...deja libre a Laura...yo ya cumplí...
Michelle jadeaba.
- Tan sólo porque logré verte presa de los más bajos instintos...como antes...la dejaré libre...ya tendrás noticias mías...ahora...vete...que no te vea mi marido...
Orlando sabía que eso iba a ser más peligroso. Se ocultó y salió por otro lado. Pero Michelle tenía un arma oculta que usaría en su momento.
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Días después, Roma conoció una desolación increíble. Disparos, bombas, atentados en diferentes puntos de la ciudad...muertos por millares...la calle recubierta de cadáveres la daba a la Ciudad Eterna un lúgubre y horrendo aspecto...
La Sede del Gobierno del Anticristo seguía firme y sin afectación.
A pesar de la masacre de Roma, de la cual se decía que todo era un ritual de purificación, las órdenes de aquel hombre endemoniado se cumplían a la perfección.
En muchos sitios el libertinaje comenzaba a preponderar...para la gente común ya no había concepto de bueno o malo... ya todo era inestable...el relativismo hacía total presa del pensamiento humano. Lo bueno se había convertido en malo y lo malo en bueno...
Y la persecución de los Renegados continuaba.
Miles de personas eran enviadas por aviones a los campos F.E.M.A. para ser masacradas, mientras que otros preferían acceder a todo con tal de no morir...usaban la marca para comprar y vender y se hacían cómplices de aquel sistema que parecía perfecto.
Pero pronto Roma se convertía en un desierto...
John miraba con sumo terror cómo algunos edificios importantes eran derrumbados.
Roncalli los llamó a él y a Claudio y los invitó a una reunión especial que habría en el Capitolio.
- Tienen que estar ahí- dijo Roncalli- y tú, Johnny...tienes que presencia, junto con tu sobrino, el espectáculo que tengo para ustedes...
John asintió sin decir una palabra más.
- Vamos, Johnny Devil- dijo Roncalli- aún no llega la hora de caer...disfruta lo más que puedas...ah, por cierto...ese día...podrías traer a Mariah...
- No podría hacerlo...-dijo él.- Toma mi vida a cambio de la de ella...
- Si tu vida ya me pertenece...no me costaría ningún trabajo...ahora...sólo...juega bien tus cartas por ella, Johnny...hasta el último momento...
John no quería ni siquiera llamar a Mariah a Palermo. Sólo esperaba que estuviera bien. Y el espectáculo que su sobrino y él presenciarían prometía ser totalment sangriento y tenebroso...
