COLLINS LOVE CAP. 37

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la_unica_sra_d_sparrow
view post Posted on 28/6/2014, 01:41




Cap. 37

Barnabas

Después de mi sorpresa al escuchar el nombre de Angelique indagué más.
- ¿Y quién es esa mujer? ¿Cómo fue capaz de echar por tierra el esfuerzo de los Collins para establecer el emporio pesquero que fue antaño.
- Este hombre habla muy extraño- refirió Carolyne.
De pronto, la vi levantarse y encender algo extraño que era como un aparato infernal y del cual salía una música estridente y horrenda.

Mis nervios se tensaron.
- Discúlpenme…no me siento muy bien.
Elizabeth fue quien se preocupó más por el asunto y me dijo.
- Trata de descansar un poco, Barnabas…
Lancé una dulce mirada a Victoria, quien también siguió la mía.

Subí a mi habitación. Pero antes de hacerlo, no pude evitar dirigirme a la biblioteca.
Ahí me encontré con un mundo tan cercano y a la vez tan lejano…tantas cosas familiares y otras no tanto.
Recorrí los muebles con suavidad y luego reparé en la estantería. Casi nada había cambiado. E instintivamente, mi atención se fijó en aquel libro: La Escalera del Tiempo.
Lo toqué tan sólo por el canto.
- Espero que nadie más lo haya encontrado…
Sin embargo, al poco rato percibí los pasos de Victoria.
Se asomé y la vi dirigirse también a su habitación.
Dejé el libro y la seguí a ella.

La vi dar vuelta al picaporte de la entrada. Me coloqué tras ella y le dije:
- Victoria…
Ella tembló. Se volvió frente a mí con dulzura, pero al leer en su mente me di cuenta de que estaba asustada…

Victoria

Me sorprendió encontrarlo justo detrás de mí.
- Barnabas…¿puedo ayudarle en algo?
- Ya no me llames de usted, por favor- me pidió.
Su voz sonaba tan eterna y tan gutural como antigua y oscura se veía aquella mansión. Pero no sentí miedo ninguno.
- Disculpa que te molestara…escuché tus pasos…y como pensé, venías hacia acá.
- Estoy cansada- le respondí.- Además…no me gusta la forma en que me mira el hermano de la señora Elizabeth.
- A mí tampoco me agrada. Ese hombre se trae algo entre manos y seguramente no será nada bueno. Además, tampoco me gusta la forma en que trata a David. Es su hijo y por instantes siento como si el niño le estorbara…
- El niño no habla de él…sólo de su madre.
Hicimos una pausa. Él sonrió de nuevo y dijo.
- ¿Realmente estás cansada?
- Un poco pero…si quieres charlar…
- Por supuesto…¿podríamos ir a la biblioteca?
Por un instante sentí temor. En mis sueños aparecía una biblioteca. ¿Cómo explicarle a Barnabas Tercero que yo conocía aquel lugar por los sueños tan extraños que había tenido durante esa extraña sesión con Elizabeth Stoddard? Seguramente no me creería.
- Vamos…-asentí.
Le acompañé con sigilo.
Entramos pausadamente. Nos sentamos en aquella sala tan mullida.
- ¿Quieres que te lea un libro?
- Sí, claro.
- ¿Cuál te gustaría?
- El que te agrade…
Sin dilación encontré un libro de poemas de Lord Byron.
- Aquí está…
- Lo encontraste rápidamente…
Sonrió. Pero después noté que se preocupaba.
- En fin…quizás porque es la costumbre de todos los Collins de acomodar los libros de la misma forma…mira…comenzaré…
Se aclaró la voz y la lectura me transportó a otra época. Por un momento me sentí Josette, quizás:
“Camina bella, como la noche
De climas despejados y de cielos estrellados,
Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz
Resplandece en su aspecto y en sus ojos,
Enriquecida así por esa tierna luz
Que el cielo niega al vulgar día.

Una sombra de más, un rayo de menos,
Hubieran mermado la gracia inefable
Que se agita en cada trenza suya de negro brillo,
O ilumina suavemente su rostro,
Donde dulces pensamientos expresan
Cuán pura, cuán adorable es su morada.

Y en esa mejilla, y sobre esa frente,
Son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes,
Las sonrisas que vencen, los matices que iluminan
Y hablan de días vividos con felicidad.
Una mente en paz con todo,
¡Un corazón con inocente amor!”
Suspiré hondamente…la miré con suma intensidad…ella sintió aquella mirada. Estaba con ella fija en mí.
- Barnabas…¿dónde has estado todo este tiempo?- le pregunté
- Perdido, diosa mía…en el sepulcro del desaliento…-observó casi cerca de mis labios.
Sin embargo, la intervención oportuna de Elizabeth rompió aquel instante.
- Barnabas…¿estabas aquí?
Barnabas entrecerró lo ojos como si estuviera molesto por la interrupción. Yo me levanté como ráfaga y me puse en pie diciendo:
- Señora Elizabeth…el joven Barnabas…sólo me mostraba su amplia biblioteca. Veo que es muy vasta y muy completa.
Elizabeth miró a Barnabas. No sé qué pudo ver en su rostro pero no fue nada bueno.
- Señorita Winters…¿podría dejarnos al señor Barnabas y a mí un momento a solas?
- Con su permiso, señora.

Salí de la biblioteca con un desasosiego tremendo. Era como si me hubieran atrapado con el novio de la adolescencia. O peor aún. Tenía miedo de perder mi trabajo. Pero…la mirada de Barnabas Tercero se había clavado en mi alma y él mismo sabía que ninguno de los dos seríamos los mismos después de aquel encuentro en ese sitio.

Barnabas

Hubiera querido que Elizabeth no llegara…habría alcanzado a rozar con mis labios los de Victoria. Sin embargo, como un caballero, no podía extralimitarme.
Elizabeth me preguntó.
- Barnabas…¿puedo saber por qué te pusiste mal?
- Elizabeth querida- comencé- es difícil de contarlo…me preocupa mucho lo que esa tal…Angelique…haya hecho con la empresa Collins.
- ¿Qué iba a hacer? Arrastrarla por el suelo.
Yo negué.
- No, Elizabeth, no…no es fácil entenderlo. ¿Tú te puedes imaginar mi estupor al darme cuenta de cómo la empresa que tanto trabajo les costó a mis padres levantar, ahora está en manos de…esa mujer?
- Te entiendo. Para nosotros quizás es menos doloroso…pero para ti debe ser terrible- respondió Elizabeth, tratando de comprender.
Yo la miré con insistencia.
- Elizabeth…tenemos que hacer algo para salvar el honor y la posición de la familia Collins.
- ¿Qué propones?
- No lo sé todavía pero…algo se me tiene que ocurrir…
Entonces mi cuerpo se fue haciendo pesado…
- Linda…¿te importará si duermo un poco? Estoy agotado.
- Te comprendo…son tantos años…
- No digas más…ah, por cierto…no vayas a reñir a Victoria. Ella es una buena muchacha.
Elizabeth observó.
- En la que seguramente tú tienes interés, ¿cierto?
- No pienses mal, te lo suplico. Es una muchacha tan sencilla, tan sobria…un poco como yo…por eso me atrae tanto su persona…pero pienso respetarla totalmente. Ella jamás se fijaría en alguien como yo.
- No digas eso, Barnabas.
- Es en serio, Elizabeth- aseguré- ella no me amaría…porque estoy muerto…
- No pienses en eso, Barnabas…tranquilo. Trata de calmarte.
- Entonces…¿permitirás que existas una amistad entre ella y yo?
Elizabeth sonrió.
- Barnabas…estamos en pleno siglo XX…aquí no tienes que pedir permiso a nadie para frecuentarla…sólo hazlo…sin embargo, te pido un favor…trata de ser honesto y de portarte como un caballero con ella.
- Eso no tienes ni qué pedirlo, Elizabeth. Esa mujer sólo me inspira respeto, admiración y amor…
- ¿Tanto así?
- El verdadero amor se reconoce enseguida…no te apures. No generaré problemas con los muchachos…
- Gracias, Barnabas…descansa…

Elizabeth salió. Mi cuerpo se sintió pesado. Era momento de descansar. Pero no sabía lo que al despertar me esperaba…
 
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view post Posted on 16/8/2014, 19:54
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Elizabeth tan oportuna :rolleyes: pobre Victoria imagino la verguenza que habra pasado ^_^
 
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