COLLINS LOVE CAP. 36

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la_unica_sra_d_sparrow
icon5  view post Posted on 4/6/2014, 05:20




kje7
Cap. 36
Victoria
Me dispuse a leer el libro que Barnabas me había dado.
No podía leer del todo porque la música de Carolyne no me dejaba dormir. Supongo que a Barnabas Collins III tampoco le permitiría conciliar el sueño.
Tuve que interrumpir la lectura e ir a su habitación.
No lejos de ahí, encontré a Barnabas.
- ¿Qué hace aquí?
- Es que…quería que me diera el aire. ¿Ya vio ese objeto tan luminoso y de un color…rojizo intenso?- preguntó al mirar una lámpara que tenía dentro un colorante luminiscente.
- Sí…¿por qué?
No entendí entonces por qué le había llamado tanto la atención.
- Por nada…es sólo que estaba un poco aburrido. ¿Y tú?
- Yo vine para hablar con Carolyne…tiene la música alta y no me deja concentrarme en la lectura.
Barnabas III me miró con interés.
- ¿Leyendo a esta hora? ¿No duermes?
- En ocasiones tengo insomnio…
- Yo también- dijo con seguridad.- hay noches en las que la pase totalmente insomne…
- ¿Algún padecimiento, o es sólo por gusto?
- Por gusto- contestó muy seguro.- De igual forma, sí debería hablar con Carolyne…esa música es totalmente estridente.
- ¿No le gusta el rock?
- No es eso…es que…no es de muy buen gusto.
- Ya veo- repuse- entiendo. Quizás es que no estás muy acostumbrado…perdón…ya te estoy hablando de tú.
Barnabas sonrió.
- Por mí no hay inconveniente…no soy…muy viejo.
Entonces yo sonreí solamente.
- Lo supongo…no me he puesto de ninguna forma a calcularte la edad francamente.
Rió pero sin abrir tanto la boca. Me gustaba la forma en que sus labios se arqueaban en una sonrisa.
Carolyne salió y al vernos se asustó.
- Parecen una aparición macabra los dos…
Lo decía por lo anticuados que nos veíamos ambos.
- ¿Podrías bajar un poco el volumen a tu música, Carolyne?
- Los vampiros se asustan con la música alta…lo que ha ocurrido es terrible.
Yo me puse tensa.
- ¿Qué ocurrió?
- Murió un muchacho en el mausoleo de los Collins…William Loomis…fue un vampiro…
Carolyne comenzó a llorar. Cerró la puerta.
- ¡Carolyne! ¡Ábreme!
Pero Barnabas III me detuvo.
- No insistas…la muchacha está asustada…no le abrirá. Mejor…ven conmigo…vamos a la sala. Quiero…mostrarte algunas cosas.
Su mirada penetró en mi interior…por un momento me sentí como hipnotizada por él…

Descendimos a la sala. Ahí comenzó a explicarme todo sobre la historia.
- Esta construcción es muy antigua…de menos tiene doscientos años. Ese cuadro, por ejemplo, pertenece al patriarca Collins…Joshua…y a su esposa…ambos provenían de Liverpool…donde hay más Collins también, aunque no tan distinguidos…pero hicieron de Maine su hogar…
Contaba la historia como si el mismo hubiera estado ahí. Yo estaba embobada con la forma en que se expresaba y la delicadeza con que se refería a las personas.
Me mostró los nombres de todos y cada uno de los ancestros.
Luego miró hacia el retrato de Josette.
- Ella fue el gran amor de Barnabas Collins…mi ancestro directo.
Yo lo escuchaba…le miraba extasiada. Noté que iba a llorar…sus ojos se tornaron rojizos. Por un momento le tuve miedo.
- No te pongas así…¿por qué te emocionas tanto?
- Se necesita ser un Collins para emocionarse con estos cuadros…esta casa…las historias que se han tejido en ellas.
Yo asentí.
- Seguramente…es un gran honor ser un Collins.
- Lo es, sí- aseveró.- Y también lo es…ser una mujer tan hermosa como tú…
Yo bajé los ojos. Él levantó mi rostro con la mano y sonrió.
- Ven…vamos a conocer otra parte de la casa.
Me llevaba como en un sueño. Hasta que reaccioné ligeramente.
- Espera…me hablas de la casa, de la gente…de todo lo que hay…como si tú mismo hubieras estado aquí antes…
- En cierto modo lo he estado…fotos…investigaciones…anales familiares…árboles genealógicos…todo está por escrito…y también en mi mente…
- Eres entonces muy observador y muy meticuloso en cuanto al apellido. Creí que eso solamente le pasaba a los nobles.
Barnabas me sonrió de nuevo y añadió.
- En cierto modo…los Collins somos una familia noble. Siempre hemos llevado con nosotros en el apellido el gran tesoro. Por eso, a pesar de los problemas, ser un Collins es sinónimo de esfuerzo y de unidad…
- Es agradable escucharte hablar así- le respondí con sinceridad.
- Gracias, pero créeme…la mayor riqueza es ser Collins…porque nuestro mayor tesoro es la unión familiar. De hecho, hay una chica que anda aún por aquí…Sarah Collins…¿la has visto?
- Sí…de hecho es un poco…extrovertida.
- Quizás…pero es muy agradable y atenta.
Dije entonces a Barnabas.
- Tu charla ha provocado que me sienta más cerca de los tuyos…con lo que me has contado me siento más que nunca atraída por esta familia tan especial.
- Y más lo estarás cuando nos dediquemos a levantar al negocio familiar de los escombros.
- Me imagino pero…¿cómo supiste que estaban en mala situación?
- Cartas…gente común…me enteré desde ya un tiempo pero…problemas personales me impidieron venir antes…de haberlo podido hacer, no habría permitido que la familia se hundiera así…mi…tatarabuelo era un gran hombre.
Dudé…¿cómo iba a decirle que corrían rumores de su tatarabuelo siendo un vampiro encerrado por una bruja? No…él no tenía por qué saber eso…
- Su sola mirada inspira grandeza…y se parece tanto a ti.
- Cierto, ¿verdad?
Su silencio me hizo pensar un poco. Pero una corriente de somnolencia me impidió seguir utilizando las neuronas.
- Creo que ahora sí debo dormir.
Barnabas suplicó.
- Ven, sentémonos…léeme un poco de aquel libro que te di…y si te quedas dormida, te avisaré.
Asentí.
Comencé a leer. Y de pronto, me sentí sumergida en un profundo sueño…recosté mi cabeza en su hombro y ya no supe más de mí hasta la mañana siguiente.

Barnabas

Su cabeza recostada en mi hombro era tan delicada y suave…me recordó tiempos pasados…al lado de Josette…se parecía tanto a ella…pero no…no lo era. Y sin embargo, su mirada era tan pura como la de mi Josette…
Corría el peligro de confundirlas…de que olvidara que ella no lo era y cometer un error. Por eso traté de pensar lo suficiente y poner orden en mi cabeza.
Cuando noté que ya no despertaba, suspiré. Luego levanté ligeramente el hombro, tomé su cabeza entre mis manos y la recosté en el sillón para contemplarla.
- Eres tan bella…-susurré.
Me sentí tentado a depositar un beso en sus labios pero reaccioné. ¿Y si despertaba…y se daba cuenta de mi verdadera naturaleza?
No me lo podría perdonar. Así que decidí cerrar el libro con cuidado, me levanté y la tomé en hombros para llevarla a su cuarto.
Subí lentamente las escaleras reconociendo cada parte de la casa.
Cuando reparé en la puerta…me di cuenta que Elizabeth le había dado la misma habitación de Josette, cuando vivió ahí.
La deposité con cuidado. La cubrí con una sábana de seda y me aparté, tratando de no despertarla.
Descendí. Conocía cada rincón…bueno, casi todos. Algunos habían cambiado de uso, casi tanto como la familia que la habitaba.
Tenía muchos enigmas que averiguar. El primero de ellos…¿por qué el negocio Collins había decaído? ¿Quién había sido responsable de tan grave pérdida? ¿Por qué Elizabeth estaba sola con su hija en la casa…qué escondía su hermano en aquella actitud tan despreocupada? ¿Por qué Carolyne actuaba tan extraño? David Collins…¿cómo había perdido a su madre?

Eran muchas interrogantes para un recién llegado. Pero era un Collins y tenía que averiguar todo lo que me fuera posible.

La mañana siguiente fue lo peor para mí. Tras haber bebido la sangre de Willie me sentía un poco somnoliento. Pero con suficientes energías. Sin embargo, la luz del sol iba a ser bastante desagradable. Quizás Elizabeth ya había hecho algo al respecto.
Descendí y asentí. Elizabeth me había hecho favor de no correr las cortinas.
Cuando llegué estaban a la mesa solamente Elizabeth y Victoria. Mi estupor fue evidente. Me alegraba su compañía y su dulce presencia.
Luego llegó el hermano de Elizabeth. Me miraba con desconfianza. Era normal, pero me desagradaba. Sin embargo, yo podría escudriñar en su mente. Y él intentaba no pensar para no quedar evidenciado.
David llegó al poco rato sonriente y divertido. Y la joven adolescente Carolyne llegó con un genio de diez mil demonios juntos.
- ¿Dormiste mal, querida? – me atreví a preguntar.
Carolyne entrecerró los ojos y respondió:
- ¿Qué-te-importa?
No pregunté más.
- Respuesta típica de un adolescente…-aseguré.
De pronto, descendió con una copa y un rostro demacrado una mujer no muy grande pero de quien se notaba que en su juventud había sido una mujer hermosa.
- Qué bien que no corrieron las cortinas- observó.
Luego me miró con interés.
- ¿Y él…quién es?
Yo iba a presentarme pero Elizabeth lo hizo por mí.
- Él es…Barnabas Collins…Tercero…ha venido para ayudarnos a levantar el negocio familiar…
Todos asintieron. Sólo el hermano de Elizabeth farfulló.
- ¿Por qué ahora? ¿Era necesario?
Elizabeth me miró para que hablara.
- Sí…es necesario…el negocio familiar aún puede levantarse si trabajamos juntos…
Al hermano de Elizabeth la palabra trabajo parecía no hacerle mucha gracia.
Victoria sólo escuchaba.
Entonces me atreví a preguntar.
- Espero que no les moleste mi visita.
Elizabeth refirió.
- Ella es la doctora Hoffman, es como de la familia…
La doctora me miró con interés. Yo dije:
- ¿Una mujer doctora? Qué cosas no hay ahora en estos tiempos…digo…en estos lugares…
- ¿Es broma, cierto?- preguntó ella a su vez.
Luego pregunté de nuevo.
- ¿Puedo saber desde cuándo el negocio familiar se vino abajo?
Elizabeth respondió.
- No es reciente…son años así…y todo se lo debemos a Angel Bay.
Respingué.
- ¿Angel…Bay?
- Sí…la empresa pesquera más importante de todo Collinsport…dirigida por la odiosa Angelique Bouchard.
No fue necesario decir más. Angelique estaba viva y quizás pronto nos íbamos a encontrar cara a cara.
 
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view post Posted on 16/8/2014, 08:11
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Me encanta que Barnabas se sienta tan orgulloso de su apellido me encanto el capi Uniii ;)
 
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