END OF TIMES CAP. 22, Renegados

« Older   Newer »
  Share  
la_unica_sra_d_sparrow
icon13  view post Posted on 26/4/2014, 02:42




Free Image Hosting at www.ImageShack.us



Cap. 22 Renegados

Laura seguía un poco intranquila. Aquella extraña manifestación había pasado temporalmente. Pero ya sabía que la pesadilla para ellos había comenzado.
Estaba sentada cuidando de nuevo a Orlando mientras dormía. Él parecía estar inquieto y soñar…despertó sobresaltado. Laura lo ayudó a incorporarse.
- Tranquilo…estabas soñando.
Orlando se sentó cómo pudo y con un par de lágrimas espontáneas dijo a Laura.
- Te soñé…te soñé…muerta…
Laura negó.
- Por favor…no pienses eso…seguramente estás preocupado…tan preocupado como yo por lo que pasa…
Orlando preguntó.
- Dime…¿por qué son renegados? ¿Por qué se han apartado de las costumbres modernas al grado de ser rechazados y asesinados?
- Tú contéstame eso…
Orlando negó.
- Yo no puedo contestarlo…yo sólo he crecido sabiendo que los Renegados debían quedar fuera de todo…que no contaban…
- Tu tío te formó esa mentalidad.
- Inconscientemente…también él creció así…no sé mucho al respecto pero…seguramente Mariah conoce mucho mejor esa historia…yo sólo sé que…ahora menos que nunca puedo permitir que algo malo te ocurra…
- Y yo no puedo dejar solos a los míos…mi familia me necesita…más que nunca…
El sobrino de Devil comentaba:
- Yo puedo conseguir que no sean atacados…mientras tanto, cuéntame…¿a quién orabas? ¿Cuál es ese extraño culto que llevan a cabo? ¿A qué extrañas costumbres se rinden?
- No son extrañas, Orlando…¿no has oído hablar de los cristianos…los católicos de Roma?
- En lo absoluto…será porque mi tío creció sin saber nada de eso…y obviamente yo no podía esperarlo…
- ¿Y tu madre?
- Mi madre era hermana de mi tío John…murió cuando yo nací…de modo que nada pude aprender de ella…pero tengo entendido que la madre de mi tío los crió lejos del que ahora es este mundo al que llaman corrupto.
Laura se sentía conmovida y se compadecía de Orlando. Realmente, a pesar de ser un hombre de mundo y acostumbrado a las comodidades, no sabía nada de la verdadera Vida, la que viene del que es el Camino, la Verdad y la Vida…
Y mientras Orlando la miraba, ella le leía un poco sobre los Evangelios.
Sin embargo, en un momento determinado, cuando ella estaba un poco desprevenida, Orlando aprovechó el instante para besarla tiernamente. Laura correspondió aquel beso que provenía del corazón de un muchacho que se abría paso en la mente a un cúmulo de ideas que lo desbordaban…que trataba de entender qué habría después de lo que ahora sucedía…

En tanto, en la casa de Palermo, John estaba en su estudio, redactando algo que parecía ser su testamento.
Mariah tocó la puerta.
- Adelante…
Cuando ella entró, John sintió que el corazón le latía apresuradamente. Fue donde ella, le quitó la charola donde estaba el café y un par de panecillos y tomando sus manos, las besó por el dorso y luego le robó un beso suave que la hizo temblar de emoción.
- Mi vida…no sé qué has hecho conmigo pero…ahora ya no puedo dejar de sentir esto por dentro…en cuanto entraste, mi corazón saltó…como si estuviera resonando una carcajada emotiva y alegre dentro de mí.
- John…nunca habías hablado así- sugirió.
- Porque nunca me había permitido hacerlo…dentro de mí luchaban dos fuerzas: una, la que se negaba a reconocer la emoción y el amor que dentro de mí nacía por ti, y la otra, que me enloquecía por este sentimiento cada vez que te veía…por algo te cuidaba tanto…
La tomó de la mano y la llevó afuera, al jardín contiguo.
Ahí le preguntó, abrazándola por la espalda, cruzando sus brazos sobre el pecho y arrullándola como a una tierna niña:
- ¿Recuerdas cómo jugábamos bajo aquel manzano?
- Sí…-susurró Mariah suavemente.- Recuerdo cómo me correteabas…y yo me dejaba alcanzar, y cuando lo hacías subías al árbol a bajar a mi muñeca que se había quedado…y yo te lo agradecía…y mi madre nos llamaba para comer pastel…
John se puso triste.
Mariah colocó sus manos en su pecho.
- Perdóname…te hice poner triste.
- No…-negó dulcemente John, acariciando su mejilla con dos dedos.- Para nada…es sólo que hubiera querido que ese tiempo no volara…pasaron tantas cosas en mi vida…desde entonces…tú eras una niña pequeña…si yo no hubiera sido tan egoísta…tan necio…si no me hubiera dedicado a pensar en solamente en mí…en mis negocios, en lo material…y poco a poco me olvidé de los hermosos sueños de niños…de los castillos en el aire que creábamos…
- Recuerdo cuando decías que querías llegar a ser presidente de Italia…y que cuando lo fueras, ibas a mandar a construir la fuente más grande de Roma para que toda la ciudad se bañara ahí en días de calor.
John sonrió.
- Y tú…siempre soñabas con hacer una escuela…para que todos los niños de todas las razas y credos aprendieran a leer, a escribir y a sonreír…
Mariah sonrió débilmente. John acarició su rostro de nuevo y le dijo:
- Si hubiera sabido desde un principio que eras…que eres…te habría defendido con más ahínco…no habría permitido que nadie se atreviera a faltarte nunca…
- No tiene caso lamentarse lo que no se pudo hacer antes, pero ahora…estoy preocupada por ti…por tu situación ante el Club Bilderberg…y sobre todo, tu situación ante la orden del Onyx…no se quedarán de brazos cruzados.
- Ellos me defenderán…al ver que he rechazado los asuntos de Bilderberg se darán cuenta que no contarán conmigo…y entonces defenderán mi causa.
- Entonces…eso puede resolverse…
- Y dime…ahora sí puedes contarme dónde está Orlando…
Mariah tenía temor. John acarició su rostro de nueva cuenta y le dijo:
- Por favor, Mariah…confía en mí, te juro por mi vida que…
- No…no jures…y menos por tu vida, que es lo más sagrado que tengo yo después de mi Dios…
Aquellas palabras calaron hondamente en el corazón de John, quien la besó de nuevo, ahora con más intensidad; la abrazó con fuerza y le dijo:
- Y tú…tú eres lo único sagrado que yo conozco y que tengo…
Tras haber desayunado juntos, Mariah le dijo:
- John…Orlando está bien…está con Laura Cellini.
John Devil se alegró.
- Finalmente entonces mi sobrino consiguió acercarse a la muchacha.
- Más bien…creo que fue ella quien se acercó a él…
- ¿Piensas que algo malo le ocurrió?
- Espero que no…Laura estaba en una reunión de los nuestros…Orlando fue a buscarla…supe que lo lastimaron pero lo llevamos a un lugar donde están los que lograron escapar…
John bajó los ojos.
- Esa búsqueda…esa persecución…innecesaria…sigo sin entender qué perseguimos. Sólo nos dicen: háganlo, si quieren que su status social permanezca…y nos han vendido la presencia del líder.
- Sé que esto es difícil de entender para ti, John pero…por lo que más quieras, he de pedirte algo.
- Dime…
- No vayas a dejarte poner nunca una marca que se inserta en la mano o en la frente…
John asintió.
- Sé a qué marca te refieres…el microchip.
- Sí…no dejes que te lo pongan nunca.
- Claro que no…de hecho…nosotros financiamos esa marca…con la idea inicua de que los Renegados fueran marcados- dijo con dolor. – Pero te aseguro que no voy a dejar que te la pongan…
- No te preocupes…no lo harán, ni yo lo voy a permitir tampoco.
- Y dime…¿qué clase de extraños símbolos son los que utilizan?
- Son la contraparte de los símbolos que los illuminati han difundido. Ustedes usan el ojo de Horus…nosotros, la Cruz…ustedes el compás…nosotros, el pescado. Nuestros símbolos han sido siempre los mismos desde que se inició la Cristiandad…
- El Cristo…que acaba de venir.
- No, John…ese no es el Cristo…ese es un farsante…que trata de robarse a su paso todo lo que puede y ocupar el lugar que sólo le corresponde a Él.
- ¿A Él? ¿Quién él?
- Él…por quien todos deberíamos apostar todo con tal de no separarnos nunca de su Presencia…ojalá puedas escucharme…y entiendas de qué se trata…
Sin embargo, en lo que hablaban, fueron a ver a la pantalla de la casa el arribo de aquel ser que se hacía llamar el Instructor a la sede de Roma. Muchos estallaban en júbilo…otros lloraban de terror…y otros ni siquiera se atrevían a salir.
La voz de él resonó infame y fuerte…y muchos tuvieron temor.
John comentó.
- Es él…se ve como un hombre normal…pero dicen que tiene poderes sobrenaturales.
- Los usará para confundir a quien pueda. No sé cómo se ha permitido que llegue a la sede de Roma.
- Lamento haber yo participado en ello.
- Ya no te culpes…pero…en cuanto averigüemos dónde está Orlando, quiero que escuches cada una de mis palabras…y entenderás de qué se trata esto.
John asintió.
- Mi corazón escuchará cada palabra salida de tu boca como una oración.
Y con otro beso delicado escuchaban las novedades.

En el Club Bilderberg, Roncalli sentado en su sillón, escuchaba de labios de su gente que John no estaba en su casa.
- ¿Cómo que no está?
- Dicen que no está en la ciudad…-argumentó otro.
Michelle estaba en aquel salón pensando…algo tenía que hacer para conseguir que John volviera.
Su marido la miró un segundo y luego añadió.
- Tiene que aparecer…tengo que hablar con él…tiene que ver con el plan que estamos fraguando…y él tiene información sumamente confidencial. Tienen que encontrarlo cuanto antes.
Cuando salieron, Michelle decía a su marido.
- Querido…ya aparecerá…ahora deberías preocuparte por encontrar a su sobrino. No se sabe nada de él desde el día del atentado contra Romagnoli.
- Ya me imagino tu interés en él…¿te digo algo, preciosa? Tú creíste que me engañabas…pero no…soy demasiado astuto para ti…hasta para ti…que ya es decir mucho…sé que hacías todo para atraerlos y conseguir los fines oscuros que buscamos…por eso no puedo reprenderte…gracias a tus ritos perversos conseguimos mayor poder…pero no podemos darnos el lujo de perderlo, sólo porque a ellos se les ocurrió salir de viaje…o huir- se contestó a sí mismo Roncalli.

- Si me dieras la oportunidad de hacer alguna celebración seguramente vendrían…una a la que no pueden negarse porque estaría de por medio su vida misma.

- Podría ser…hay mucho en juego.

- Y…de paso- sugirió Michelle- yo podría traerte el juguetito que no has conseguido.

Su marido se extraño.
- ¿Tú? ¿Hablándome así?
- Querido…tú mejor que nadie sabes perfectamente que esa mujer que tiene John Devil es una obsesión para ti…si me ayudas para invitarlos, seguramente podrás tenerla como no pudiste esta vez.
Roncalli asintió.

Las semanas siguientes, Orlando la pasó compartiendo con aquella gente el pan y la palabra…las alegrías, los dolores…incluso la muerte, cuando alguno de ellos salía a la calle y no volvía.
Hubo pesquisas de nueva cuenta, pero Orlando envió a algunos con su gente para exigirles que vigilaran las cercanías para evitar que supieran dónde estaban.
Y el corazón de aquel joven magnate se iba transformando lentamente, casi al mismo ritmo que el de su tío, que enfrentaba ahora la complejidad de su situación, pero también se operaba en él un cambio lento pero eficaz…
 
Top
view post Posted on 31/5/2014, 09:14
Avatar

Image and video hosting by TinyPic

Group:
Administrator
Posts:
2,662
Location:
Ecuador

Status:


Me encantaron los sueños de John y Mariah tan lindos :wub: y Orlando que bueno que este cambiando :wub: me encanto el capi Uniii
 
Web  Top
1 replies since 26/4/2014, 02:42   6 views
  Share