SUEÑOS DORADOS Y ESMERALDAS CAP. 3

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la_unica_sra_d_sparrow
view post Posted on 13/1/2013, 07:18










Cap. 3

Candice marchó corriendo hacia una de las habitaciones y ahí rompió a llorar amargamente, quizás tan tristemente como lo había hecho cuando era una niña.
- ¿Por qué tenías que estar aquí, precisamente ahora? ¿Por qué tenía que verte…y sobre todo, por qué tenía que escuchar de tus labios tanta calumnia?
Sin embargo, alguien más la había visto entrar ahí. Y después de un rato, una sombra femenina se acercó hasta ella y colocó su mano sobre su hombro.
- Candy…¿qué pasa?
- Annie…Terry…está aquí…
Annie se sintió más que triste.
- Archie te vio pasar corriendo y me dijo que estabas aquí. ¿Es cierto, Candy? ¿Terry ha venido?
- Sí…supongo que no es la primera vez…
- Pues supones mal…es la primera vez en mucho tiempo que Terry se para en una de estas reuniones…generalmente las evita…en otras envía una nota para disculparse o en ocasiones nos enteramos que está de gira y no viene…
Candy se dio cuenta de que Terry no había vuelto a frecuentar las reuniones de sociedad.
- Sin embargo…creo que se ha vuelto peor de cómo era antes…me insultó…dijo muchas cosas horribles respecto a mí. Annie…no creo poder perdonarle todo eso.
- No te preocupes…sé cómo debes sentirte pero tú eres fuerte…deja que piense lo que quiera…tú sabes que no es verdad.
- Lo sé, Annie pero…escucharlo de sus labios es lo más duro que me hubiera podido pasar…después de todo lo que he sabido respecto a él.
- Ven- dijo Annie- ven conmigo. Albert estará aquí en breve y vamos a felicitarlo personalmente.
Candy sonrió. El poder felicitar a Albert y compartir el momento con todos sus amigos era un consuelo para aquel momento tan difícil.
Terry, por su parte, estaba herido por haber creído ver a una Candy convertida en una muñeca de sociedad. Para colmo, encontró precisamente a Eliza Leagan que había aprovechado la confusión para acercarse.
- Vaya…creo que es una gran sorpresa…ver a Terry Grandchester después de tanto tiempo…
- Eliza…
La hermana de Neil Leagan se sentó junto a él y le dijo:
- Me da gusto que hayas venido…por un momento pensé que nunca más te volvería a encontrar…
- Lamento no poder decir lo mismo respecto a ti, Eliza…dime…¿ya terminaste de verter todo el veneno que habías preparado para hoy en la reunión?
- No seas tan crítico, Terruce…mi objetivo nunca ha sido desprestigiar a nadie…sólo me gusta evidenciar a la gente mentirosa…
- Claro..esa es tu especialidad…bien…si te acercaste es porque tienes algo que decirme, ¿cierto?
- Así es…supongo que ya viste a Candice aquí, ¿no?
Eso ardió en el corazón de Terry como ácido en una herida abierta.
- ¿Qué hay respecto a ella?
- Nada…me imaginé que la habías encontrado…y me alegraría mucho saber que no te convenció con sus mentiras…la mitad de los caballeros de aquí conocen bien la historia que hay detrás de su predilección por el abuelo William…es más, muchos de ellos son “amigos íntimos”…
Terry se levantó molesto. Aquel comentario insano era aún más doloroso.
- Basta, Eliza…creo que tú morirás mordiéndote un día la lengua…
Sin embargo, Terry, al levantarse, avanzó por entre los pasillos hasta llegar a lo lejos hasta donde Candy, Annie, Patty y Archie felicitaban personalmente a Albert.
- Gracias, muchachos…me da tanto gusto verlos hoy día…creí que no vería de nuevo a Candy; de hecho me preocupaba que algo malo te hubiera ocurrido. Con eso de que estuviste en la guerra y tuviste que verte rodeada de tantas privaciones.
- No te preocupes…sabes que estaría aquí tratándose de ti.
Terry se acercó lentamente hasta el grupo, sin darla la cara de momento.
Albert dijo:
- Ellos son como mis hermanos. Archie es el único sobrino que me queda; Patty es el recuerdo de mi querido Alister que dio su vida en el frente…Annie es como la hermana de Candy, quien me recuerda a mi sobrino Anthony, a mi hermana, y a uno de mis mejores amigos…Terry Grandchester…Terry…ven aquí…-pidió Albert.
El rostro de Terry fue de total sorpresa…¿Albert era nada menos que el abuelo William? Entonces…todo era mentira…Candy no estaba involucrada con él como la gente decía…¿cómo acercarse ahora sin que se le cayera la cara de vergüenza?
Albert lo volvió a llamar y entonces ya no se hizo esperar.
- Albert…amigo mío…aquí estoy…
Se acercó y su mirada se fijó sonriente en Albert y después en Candy, quien ocultaba la suya reprimiendo las lágrimas que estaban ya a flor de piel.

Albert tomó a solas a su amigo de Londres y le dijo:
- Terry…me da tanto gusto que hayas aceptado mi invitación ésta vez. Creí que ya te habías olvidado de mí.
- Claro que no…pero…
- Nada…sé que quizás para ti ha sido difícil saberlo todo y más ahora…además tu vida no ha sido muy buena últimamente, ¿no?
Terry calló. No había palabras para explicar cada uno de los malos entendidos ni para borrar las calumnias que había proferido sobre Candy y mucho menos, podría hablarle al respecto a Albert, sin recibir enseguida un golpe mayúsculo en la cara.
- Para nada…mi vida ha estado llena de cosas muy desagradables, Albert…demasiadas ahora…
- Te vi acompañado de Victoria Brownwood…
Él asintió.
- Sí…hemos salido algunas veces…una amiga solamente.
- Entiendo…sé a qué clase de amigas pertenece…no te apenes…no voy a juzgarte…sólo quería que vinieras…y dime…¿ya la viste?- preguntó refiriéndose a Candy.
Terry levantó la mirada y añadió.
- Soy un idiota, Albert…he escuchado tantas cosas que fui capaz de reprocharle algo que ni siquiera me constaba…tan sólo por comentarios de gente mal intencionada…
- Terry…
- Sí, sé que me romperás la cara, me lo merezco…pero…no puedo dejar de lado todo lo que he vivido…y no quiero dañarla más- dijo Terry inclinando la cabeza, dejando escapar ligeramente el llanto.
- Me imagino cómo te sientes…sé que siempre la amaste y seguramente no quieres que ella pase por lo que tú…
- No quería venir a ninguna reunión porque no quería encontrarme con ella y encontrarla convertida en una muñeca de porcelana…ella no es así, Albert, y tú lo sabes mejor que nadie. Pero la gente a la que escuché decían que incluso…
- ¿Incluso qué?- indagó Albert.
- Incluso se había involucrado con su tutor.
- Terry…¿cómo pudiste creer semejante cosa?- reprimió antes de soltar su enojo.- Dices bien: debería romperte la cara…pero no voy a hacerlo porque no tenías motivos aparentes para creer lo contrario. Sólo yo puedo decirte que Candy se ha mantenido al margen de la familia. Sólo a través de mí podía saber qué ocurría…me pidió que la mantuviera lejos de la información que tuviera que ver contigo…pero a espaldas de todos leía los periódicos y se enteraba de forma precisa de lo que te pasaba.
- No, Albert…no de forma precisa…porque ella no sabe realmente lo que he vivido…el infierno que he pasado sin verla…
- ¿Por qué no se lo dices?
- No quiero mortificarla…ella ha sufrido demasiado como para escuchar acerca de mis estupideces…
- No la mortificas…ha sufrido mucho al saber cómo te comportabas…pero no es momento de cosas tristes…me alegra tanto que hayas venido porque así puedo compartir con todos ustedes mi felicidad…créeme…ustedes son las únicas personas que quiero y que me quieren…así que, te quedarás en la mansión durante un par de días…
Terry se quedó un poco serio…se quedaría un poco…no había nada que lo impidiera. Él también quería tener un descanso.
- Creo que encontraste la mejor forma de convencerme…claro que me quedo…voy a avisar a Victoria que me quedo…no quiero que esté junto a mí estos días.
- Haces bien…espera…ya vuelvo…
- Bien, te espero…

Candy, por su parte, charlaba con Annie respecto a los últimos acontecimientos.
- Es hermoso estar presente en un parto, Annie…ver cómo una mujer sufre al principio pero luego, cuando su hijo nace, todo lo que pasó queda en el olvido para dar paso a acunar y preocuparse por su recién nacido. Es lo más maravilloso del mundo.
- Qué gusto que hayas experimentado eso, Candy. Tú siempre fuiste tan maternal…como la mamá de todos nosotros…
- Me siento tan feliz de volver a verte…porque sé que tú y Archie aún no tienen hijos pero en cuanto eso suceda, yo quiero ser la madrina…
- Y no sólo eso, me gustaría tanto que tú estuvieras presente cuando nacieran mis hijos, compartir eso contigo.
- No digas eso, Annie…el que tiene que compartir ese momento es Archie- sonrió Candy.
Luego siguieron hablando acerca de sus logros, de sus inquietudes, de las remembranzas de quienes se marcharon. La madre de Annie había muerto y recordaban aún a Anthony. Patty también estaba con ellas y contaba mucho acerca de los últimos inventos de Stear.
- Supe que regalaste los inventos a una fundación.
- Sí, Candy- repuso Patty- no habría tenido valor para venderlos, cuando él los construía con tanto ánimo y alegría…eso no tiene precio…
- Lo sé…
Pasado un rato, Terry Grandchester arribó a aquella improvisada reunión.
- ¿Podemos hablar un momento, Candy?
Ella sonrió ligeramente…¿qué sería lo que Terry querría decirle?
 
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view post Posted on 4/9/2013, 19:35
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Eso es el destino no va a ninguna fiesta y justo a va la que decide ir Candy :wub:
 
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